Julio de 1849. En aquella pequeña
habitación del Seminario de Vic, Mosén
Antonio Mª Claret les decía a sus
Cinco compañeros:
“Hoy comienza una gran obra”
Y esa”Gran Obra”
eran los Misioneros Hijos del Inmaculado
Corazón de María que un cinco de junio
de 1935 se harían presencia viva en la
ciudad de Valencia.
Una pequeña ermita recordando el lugar
donde fue arrojado el cuerpo del mártir
San Vicente, medio en ruina y sin culto –
excepto el día de la fiesta- acogió a una
entusiasta comunidad claretiana que
enseguida extendió su actividad al Grao
de Valencia, calle de los Hierros, y a toda
la ciudad de Valencia.
Julio de 1936, vería la disolución de la
comunidad y el martirio de cuatro de sus
miembros, la profanación de la renovada
Ermita y el final, transitorio eso sí, de la
joven comunidad.
Terminada la guerra civil, los misioneros
Hijos del Ido, Corazón de María, se
volvían a hacer cargo de la Ermita de San
Vicente y ya hasta el momento presente.
El edificio sufre una serie de
transformaciones y arreglos debido al
estado en que quedó tras la guerra civil,
hasta que en el año 1977 se inaugura el
nuevo edificio. Y hasta nuestros días.
El mandato encomendado a la comunidad
claretiana fue la propagación del culto a
San Vicente Mártir. Este mandato quedó
refrendado por la creación en la Ermita de
la Parroquia de San Vicente Mártir, de La
Roqueta, en noviembre de 1957. Ya
hemos cumplido como parroquia los
cincuenta años.
En una capilla de templo, al lado de la
imagen de Nuestra Madre de los
Desamparados, el sepulcro de nuestros
cuatro mártires claretianos.
La comunidad claretiana de la Fuensanta
aparece en la geografía urbana de
Valencia a raíz de la
tristemente
recordada riada del
año 1957.
El ayuntamiento de
Valencia tomó el
acuerdo de que el
grupo de viviendas
levantadas para paliar los efectos de la
riada llevara el nombre de Virgen de la
Fuensanta.
El barrio comenzó su andadura a partir de
1959. Y allí, en medio de la plaza central,
“Plaza de Murcia”, la Parroquia Virgen de
la Fuensanta y el Colegio Claret-
Fuensanta; ambos encomendados a las
tareas evangelizadoras de los misioneros
claretianos.
La presencia de los claretianos acaba,
pues, de cumplir los 50 años, en el barrio
de Fuensanta.
Esta efeméride se ha realzado con dos
emotivos y muy particulares acontecimientos:
La visita de la Virgen de los
Desamparados y el encuentro colegial de
alumnos que durante estos cincuenta
años han recibido la influencia educativa
del colegio.
La visita de la Virgen fue como la
continuación de la que, hace ya 50 años,
cumplió maternalmente en los primeros
años de la fundación del barrio, para
saludar, consolar y amparar a tan buenos
vecinos.
El apostolado de los claretianos en la
comunidad de la Fuensanta seguirá
desarrollándose en ambas posiciones:
Parroquia y Colegio.
En la parroquia intentando llevar a cabo
los planes diocesanos de pastoral en la
pre evangelización, la evangelización, la
catequesis y la vida sacramental de
nuestras gentes, cristianos de fe y
costumbres.
En el colegio poniendo en funcionamiento
el Computer de la educación integral y
cualificada , que se traduce en objetivos,
medios, recursos, actividades, y
PGAs. Para ser idea, palabra y expresión
de una misión compartida que se esfuerza
en educar en valores, tanto humanos
como cristianos, al estilo de Claret, para
mayor gloria de Dios Padre.
En este intento, cinco claretianos tienen la
palabra.
En los inicios de los años 60, uno de los
dueños de la Academia Rubio (cuadernos
Rubio) ofreció la adquisición de dicha
academia que constaba de planta baja y
primer piso.
Seis claretianos, cinco sacerdotes y un
hermano, se hicieron presentes en
Benimaclet en el curso 1962-63,
haciéndose cargo de la educación en
dicha academia que recibió el nombre de
“Corazón de María” en primer lugar y,
posteriormente, para evitar equívocos con
otras instituciones se llamó, y se llama,
Claret-Benimaclet.
Pronto se vio en la necesidad de ampliar
el ámbito de nuestra tarea y se fue
ampliando el colegio con nuevas
instalaciones. Hoy día se atiende a unos
340 alumnos; se tiene constancia de la
buena labor que se hace por el prestigio
que, a lo largo de años el colegio Claret ha
tenido. Nunca nos han faltado alumnos.
Estimamos que, siguiendo el criterio de
San Antonio Mª Claret la educación es un
excelente medio de Evangelización, no
sólo de los alumnos sino también de las
familias a las que tenemos acceso por los
alumnos, que son sus hijos que nos han
confiado para que los eduquemos.
Entre las actividades educativas está la
sensibilización de los niños a los
problemas del Tercer Mundo, mediante
Proclade, fomentando el compromiso de
apadrinamientos; también se celebra el
día de la Solidaridad y la Paz; se tienen
convivencias con los alumnos de ESO y la
Semana Vocacional.
Se celebra semanalmente la eucaristía
para los alumnos y sus familiares y
tenemos semanalmente el Oratorio para
Infantil y Primaria.
En los ambientes deportivos escolares y
extra escolares, es bien conocido y
apreciado el Club de Baloncesto Piken-
Claret.
En el año 2012 se celebrarán los 50 años
de presencia claretiana en Benimaclet.